¡Qué no, amigos, qué no!, qué no hay dificultad alguna en ‘fluir’, qué precisamente eso es lo natural. Lo que pasa es que queremos experimentar cosas,nos formamos espectativas, y las espectativas no existen, no son nada, son imaginaciones sin fundamento. Estamos forjándonos una idea sobre algo que no conocemos. ¡Vivid la práctica del aikido, en lugar de pensar en cómo tiene que ser!El otro día el hijo de un amigo -4 añitos tiene el chaval- cogió un pequeño bokken que yo le había regalado a mi nieto para su cumpleaños. Sin que nadie le indicase nada, sin que nada le dijéramos nadie, el crio se puso a ‘cortar’ el aire con el bokken con la soltura y fluidez propia de un gran maestro. ¡Daba gusto verle! Izquierda, derecha, arriba, abajo, atras, alante… Nada de bloqueos, nada de ‘atascos’, todo natural y lógico.¡Es que queremos ‘aprender’ -y lo antes posible- en lugar de practicar! ¡Es que queremos hacerlo como este o aquel, sin tener en cuenta los años que este o aquel puedan llevar practicando o, lo que es aún más importante, que este o aquel son ellos y yo soy yo, y tengo mis características y particularidades propias y es conmigo con quien tengo que armonizar en primer lugar, y para ello tengo que dejar salir mi aikido, tengo que relajarme, hacer musubi y no darle vueltas al asunto! ¡Ya está el maestro ahí para indicarnos y corregirnos! ¿Por qué nos corregimos nosotros? ¿Es que no nos fiamos de él? ¿Es que sabemos más que él?… Mi madre citaba con frecuencia un dicho: «Paciencia piojo, que son las noches largas». No hay que ‘picarlo’ todo en un solo minuto… ¿Qué prisa tenéis? ¡Relajaos y disfrutad del aikido! Un abrazo Lucio