• Abierto
  • Alex
    Invitado
    27 julio, 2016 a las 09:26 #3562

    Masakatsu Agatsu: la victoria sobre uno mismo. No debemos buscar vencer a nadie, a ningún oponente pues en aikido no existen oponentes.

    Debemos tratar de vencer nuestro ego, intentar con cada paso, con cada entrenamiento, ser mejores personas.

    Que frase tan explícita sobre lo que implica el aikido; sencilla y a la vez tan complicada de llevar a cabo (al menos para mí): masakatsu agatsu, la verdadera victoria es la victoria sobre uno mismo.

    Gracias Maestro por estos textos.

    Un abrazo y feliz verano a todos.

    Diego
    Invitado
    Entradas: 180
    2 agosto, 2016 a las 10:51 #3568

    Precioso el artículo. Una vez más, gracias, maestro.

    En esta sociedad, desde que nacemos, nos enseñan a superar al de al lado. La llamada superación personal suele ser un disfraz de competición con el resto de seres. Si consigo tales o cuales metas, estatus, éxitos materiales de todo tipo, seré bien visto, considerado, respetado y hasta admirado. Habrá alcanzado el éxito en la vida

    Cuando el Aikido nos invita a esa búsqueda del «éxito» en el interior, nos hace sentir incómodos porque nos topamos de frente con nuestro verdadero enemigo: el ego. De ahí que la verdadera victoria sea la victoria sobre uno mismo.

    Y aún así, deberemos tratar al ego con aiki, y buscar hacer musubi con él, ya que, si tenemos un verdadero enfrentamiento con él la derrota está garantizada, porque habremos caído en su trampa habiendo olvidado los principios de unión y armonía.

    Un saludo y feliz verano !!!

    Lucio Álvarez
    Invitado
    Entradas: 180
    4 agosto, 2016 a las 09:03 #3569

    Para nadie es fácil Alex. Se trata de una ‘lucha’ que, con mayor o menor intensidad, suele durar toda la vida. Pero es nuestra ‘lucha’, la única que tiene verdadero valor. Para ‘lucharla’ hemos venido al mundo. Para ‘ganarla’, volvemos una y otra vez.
    No obstante, como apunta Diego, es una lucha de amor, no de enemistad. A veces necesitaremos ser firmes con nuestro contrincante -el ego- duros incluso, pero nunca crueles, resentidos o malintencionados. Siempre ha de imperar el amor.
    Leed bien al Fundador, entended a qué periodo de su vida corresponden sus palabras. No es igual lo que uno dice cuando aún no se ha sumergido en la espiritualidad, que lo que dice cuando es ya consciente de la prioridad que está representa en nuestra vida y se le empiezan a desvelar los aparentes misterios que la rodean.

    Un saludo!!