• Abierto
  • Fernando Fernández (Villalba)
    Invitado
    18 noviembre, 2016 a las 15:18 #3662

    La fuerza y la costumbre.

    Extraños conceptos estos de la fuerza y la costumbre, y más si los relacionamos con el Aikido. Por eso me gustaría hacer unas reflexiones porque, algunos días, no sé si muchos o pocos, veo en nuestra práctica algo de ellos.

    Los maestros nos insisten en que debemos desterrar de nuestra práctica la fuerza. Ejecutar las técnicas desde la fuerza, en el Aikido, no tiene ningún sentido. Intensidad o proyección no es lo mismo que fuerza; sí puede haber intensidad, si los practicantes así lo «pactan» y sí debe haber proyección; pero nunca fuerza. No debemos, y en muchos casos no podremos, por ejemplo, hacer kokyuho desde la fuerza de nuestros brazos. O shihonage, ¿os imagináis esta técnica ejecutada con fuerza desproporcionada? Sería devastador… ¿Dónde quedaría el concepto de ai nuke (mutua preservación), uno de los aspectos importantes del Aikido? Deberíamos fijarnos más en otros aspectos como la unión (musubi), concentración (zanshin), …

    ¿Y la costumbre? Uke hace un agarre y a la segunda, como ya sabe qué va a ocurrir, hace lo que le da la gana. Cae como quiere, acorta el camino, cualquier cosa menos lo que debe, que es hacer cada una de las técnicas como si fuera la primera, como si no supiera qué es lo que va a ocurrir, como si fuera un «samurái» nuevo, otro «atacante». Pues eso, ¿cómo nos vamos a acostumbrar a algo, si somos alguien nuevo cada vez? Volvemos a lo mismo, unión (musubi), concentración (zanshin), …

    Así que olvidemos dichos del tipo, «a la fuerza ahorcan», «la fuerza de la costumbre», «nada hay más fuerte que el hábito» … y sumémonos a otros del tipo, «la unión (musubi) hace la fuerza» o «no hay razón donde hay fuerza».

    Alejémonos de la fuerza de la costumbre.

    Saludos!