• Abierto
  • Fernando Fernández
    Invitado
    26 agosto, 2016 a las 14:42 #3576

    Hola!

    No suelo yo asomarme mucho a las redes sociales para ver «cosas de Aikido», pero este verano han pasado por mis ojos unos vídeos que me han hecho recordar cosas que tienen que ver con la caída.

    El ukemi es algo a lo que, al principio, le damos mucha importancia, porque como «no sabemos caer», nos da miedo y lo practicamos, casi todos, según las enseñanzas de nuestros maestros.

    Pero conforme va pasando el tiempo y nos sentimos más cómodos y vamos perdiendo ese respeto inicial a la caída, parece que se produce un efecto aparentemente contrario, y resulta que queremos caer cuándo y cómo nos dé la gana, olvidándonos de tori, del momento en el que nos proyecta, de la energía que utiliza, de la dirección en la que lo hace; definitivamente, como digo en la cabecera: «Ahora, ¡caigo!».

    No nos olvidemos que, desde el punto de vista «físico», el ukemi es la consecuencia de la ejecución de una técnica por parte de tori; entonces, ¿por qué caemos cómo, cuándo y dónde nos da la gana? ¿Por qué tenemos que hacer filigranas en el aire si, seguramente, tori no ha ejecutado la técnica con esa intensidad? ¿Para que nos quede más bonito? Uhmmmm, un poco egoísta, ¿no?

    El ukemi, en la misma línea anterior, es un «seguro de vida» para uke, para no hacerse daño en la caída y poder continuar con el entrenamiento.

    La labor de uke es hacer su trabajo desde la sinceridad y la concentración. Tanto el «ataque» como la caída, si es que esta se produce. Vaya, que no tenemos que caernos siempre…

    Así que, de cara a la vuelta del verano y ante una nueva temporada ante nosotros, para los nuevos y no tan nuevos: ¡Cuidado con el ukemi! ¡Sinceridad y concentración! Y a ver si hacemos caso a nuestros maestros…

    Aconsejo, si se me permite, la lectura del artículo del Maestro Lucio Álvarez, El Arte del Ukemi (http://www.afamadrid.com/wp/el-arte-del-ukemi).

    El ukemi, tal y como el Maestro Lucio Álvarez expone perfectamente en su artículo, es un arte. Ukemi es misogi. Purifica nuestro cuerpo y, sobre todo, nuestra mente, nuestro carácter. La práctica de Ukemi ennoblece el espíritu del aikidoka e introduce en Toko-iku.

    Feliz vuelta a todos.

    Fernando (Villalba).

    Alex
    Invitado
    Entradas: 180
    27 agosto, 2016 a las 15:45 #3577

    Genial tu reflexión, Fer, como siempre. Hay que hacer siempre musubi con el suelo en las caídas, prestar atención, saber cuando caer y como. La forma es muy importante, sincerarse con el tori, realizar la caída en proporción con su proyección. Siempre en proporción, nunca más, nunca menos.
    Y ser consciente que es nuestro seguro de vida. Practicarla, practicarla y practicarla.
    Buen verano a todos.

    Bea
    Invitado
    Entradas: 180
    23 septiembre, 2016 a las 13:33 #3613

    Fernando, gracias por tu interés y sobre todo por haber dedicado parte de tu tiempo a escribir. Y en los días en los que estamos, en los que parece que a todos nos falta tiempo, requiere un ponerse, un esfuerzo. En cierto modo un acto de generosidad, como cuando los maestros y los «sustitutos» (y tu eres uno de los grandes), nos enseñáis en clase. Además, siempre digo que hay que escribir en el foro porque es la forma de «tirar de la lengua» al maestro Lucio, pues a partir de ellos comenta, corrige, añade… y al final publica uno de sus artículos 😉

    Me ha gustado mucho tu reflexión, de hecho me identifico con eso que nos pasa cuando queremos caer bien de cualquier forma, para delante, para atrás o como sea, y cuando te frustras porque los demás ya caen y tu no… Pensando en esa parte externa del aikido que, siendo importante, no es la que más importa ni de lejos.

    El artículo de «El arte de ukemi» tiene mucho, mucho de lo que podemos sacar. Y cada vez que lo lees, sacas algo nuevo que no viste la vez anterior. Hoy me quedo con esto:
    «Ukemi tiene la clave: dejarse arrastrar por la corriente de los acontecimientos con dulzura y mansedumbre, adaptándose. Esto, al contrario de lo que nuestros condicionamientos puedan inducirnos a creer, otorga un amplio control de nuestro entorno, porque, precisamente, el hecho de entregarnos sin prejuzgar, disponiéndonos únicamente a seguir el curso natural de los sucesos compenetrándose y formando parte de ellos como un acontecimiento más, es lo que permite que nuestro espíritu se abra, y nuestra mente perciba más allá de sí misma, y nuestros ojos vean, y nuestros oídos oigan, y nuestro corazón entienda. Es lo que nos saca de los platillos y nos sitúa en la caja de la balanza.»

    Un abrazo,
    Bea Moreno

    Lucio Álvarez
    Invitado
    Entradas: 180
    24 septiembre, 2016 a las 09:52 #3615

    Muy acertada tu reflexión sobre ukemi, Fernando.
    Ukemi es Misogi. No consiste solo en caer. La caída es la culminación (momento de máxima perfección) de un movimiento y el eslabón que enlaza el siguiente, no es ni la finalidad de ukemi, ni la conclusión del movimiento. La espiración prepara para la siguiente inspiración, y así, sin interrupciones, mientras dure la vida.
    Ukemi es Tai-iku, Ki-iku, Toko-iku, practicarlo es caminar por la senda de Chi-iku.

    Gracias Fernando!
    Gracias Alex, gracias Bea. También muy acertados y hermosos vuestros comentarios.

    Da gusto leeros y constatar que los principios del Aikido están cada vez más claros ¡No os hagas esperar tanto!

    Lucio Álvarez

    Lucio Álvarez
    Invitado
    Entradas: 180
    24 septiembre, 2016 a las 10:04 #3617

    Bueno, como podéis ver esto de usar «esto» no se me da nada bien, para corregir (siempre se mete algún error) ‘hagáis’ he repetido el texto ¡y otra vez equivocado!

    Juro con la mano sobre la Biblia que repaso lo que escribo, pero me da a la nariz que ‘esto’ tiene voluntad propia y apunta lo que quiere.

    Por favor Alex, tú que sí sabes de ‘esto’ (o Fernando), quítale a ‘esto’ lo que sobra. Supongo que se podrá…

    afamadrid
    Superadministrador
    Entradas: 3
    27 septiembre, 2016 a las 19:05 #3620

    Pues nada, Maestro, que esto de la informática sigue unos caminos que muchas veces son impredecibles. Ya está corregido.

    Un apunte, Maestro: yo no ‘se nada de esto’. Que luego se entera mi jefe y me sube más el sueldo!!! Je je je.

    Un abrazo a todos.

    Alex.