* En respuesta al debate abierto por Dani García en el foro que podéis leer pulsando aquí

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3ª) ¿Será capaz el aikido de llegar a todas las personas sólo practicándolo de forma individual, se hará «viral» sólo «contagiándose» por imitación a las personas que no saben que existe?

¡Ni las más prestigiosas empresas de publicidad pretenden que sus mensajes lleguen a “todo el mundo”!

El Aikido; como cualquier Vía, llegará a quienes tenga que llegar. Su mensaje es para aquellos que están preparados para recibirlo.

Además, esto no va de ‘negocios’ o de éxito comercial, o de adquirir mucha fama o mucho prestigio. Tras las intenciones proselitistas, sean cuales sean las razones que se arguyan, siempre, invariablemente, se esconde un interés material, siempre, siempre, se busca, algún tipo de interés, siempre se persigue obtener algún rédito: dinero, poder, fama, reconocimiento…. El Amor. La Espiritualidad con mayúscula, solo lo son si son desinteresados. COM-PLE-TA-MENTE  DE-SIN-TE-RE-SA-DOS, lo demás, se disfrace de lo que se disfrace, incluso el amor filial, o el de los amantes más apasionados, es amor material, no es espiritualidad; está bien, mejor ese amor material que el odio. Pero, como todo lo material, nunca será, aunque lo parezca, totalmente desinteresado, como poco espera reciprocidad y se trata solo de un leve reflejo de la Verdad. El centelleo de un rayo de sol en un charco. Algo totalmente pasajero e insustancial. Efímero, fugaz, perecedero.

Otro sí, ¿qué hacemos de los que no están interesados?,¿con los que buscan otras cosas?, ¿con los que prefieren el fútbol? O, ¿con los que optan por otras vías?¿Les retorcemos los brazos hasta que entren por el aro? ¡Ojo con eso, qué hay por ahí gente muy “cachas”!- O, ¿recurrimos como tantos, al  engaño y cambiamos la esencia y el significado del Aikido -o de la vía que sea-, tratando de complacer los diferentes gustos?:

¿Qué quieren ser los más fuertes? Pues toma ki, ¿qué mayor poder que dominar la energía primordial?, eso les va a hacer todopoderosos tras unos cuantos años de entrenamiento. Qué quieren aprender ‘defensa personal’ porque piensan que las calles están invadidas por peligrosísimos delincuentes dispuestos a asaltarnos ferozmente en cuanto pongamos un pie fuera de casa o, incluso, mientras dormimos plácidamente, ¿qué mejor que las ancestrales técnicas de combate que se enseñan en el Aikido?, ¿qué lo que quieren es practicar Zen? Les damos un poco de zazen y que se relajen; y también podemos ponernos del lado de los que dicen que eso de la espiritualidad, el amor, la unidad y la no-violencia no son más que “moñeces”, y que lo suyo, lo de verdad, es “darle leña al mono”.

¡Las mentiras más eficaces son las que se basan en la verdad, o las medias verdades! Nada tiene que ver la intensidad en los entrenamientos con el aiki. La intensidad es muy importante, necesaria. Es cierto que el Aikido no es un baile de salón; y que hay que entrenar seria e intensamente -toda vía auténtica requiere gran esfuerzo-, pero nunca a cambio de sacrificar los principios fundamentales de Unión, Armonía y Amor.

 Si se entiende intensidad como violencia y brusquedad, ¡fuera! Si nuestro waza no contempla amor, respeto y cuidado hacia nuestros compañeros. Si pensamos: ”Yo hago la técnica, por las buenas o por la tremenda, si uke no hace bien su parte y se lastima, es culpa suya, ¡allá él!”. Si nuestro waza, tanto de tori como de uke, no esta regida por la Armonía, la Unión y el Amor, si no representa misogi, no cumple su auténtica misión.

“Misogi es Aiki, Aiki empezó con Misogi” 

El Aiki, empieza con auto-purificación. Sin ella, auto-purificación o misogi, no puede haber aiki.

En cualquier caso, si he de escoger entre violencia y baile, sin ningún género de dudas, mejor ‘bailar’. Alejar de nosotros, lo más que podamos, las actitudes orgullosas, es misogi, dejarnos llevar por la vanagloria y la auto-satisfacción, es lo contrario.

Las técnicas de Aikido son fuertes, han de practicarse intensamente, pero si al hacerlo así las hago violentas y peligrosas, dejan de ser Aikido.

 Lo primero es conservar los principios de Unión y Armonía y practicar misogi: desterrar nuestro ego, sino, jamás podremos unir cuerpo, mente y espíritu, solo lograremos acrecentar nuestro egoísmo y alejarnos del verdadero propósito.

Siguiendo con el tema del Fomento:

Para complacer a la gente y lograr una mayor difusión, ¿pervertiremos la esencia del Aikido, la alteraremos o la obviaremos por obtener más prosélitos?, ¿hasta dónde?, ¿cuántos seguidores necesitaremos tener para considerar que ya es ‘viral’?

Volvemos a lo expuesto en otras ocasiones:

El sendero del Amor no trata de corregir a los demás moldeándolos a nuestro gusto, o moldeando el sendero, si así lo intentáramos, ya no sería tal sendero El Amor, tanto el Grande como el particular, consiste, en respetar, en  aceptar a quienes decimos amar tal cómo son.  Si pretendemos cambiarlos, amoldarlos a nuestro gusto, ¿a quién amamos realmente? Amar sin condiciones es amar, lo demás es egoísmo. Amar es estar siempre dispuestos a ayudar cuando nos necesiten, cuando nos lo pidan, ni un momento antes, ni un momento después.

Ayudar a los demás es una obligación. Pero, siempre que nos lo demanden.

Dice un dicho: “Si quieres aprender algo, enséñalo”. Lo primero que tenemos que enseñar es humildad. Sin humildad sincera no hay misogi y sin misogi no hay Amor posible, no hay Aiki.

¡Enseñemos humildad!

¿Por qué mi razón ha de ser mejor que la de otro?, ¿soy superior?; ¿me siento superior?, ¿estoy en posesión de la verdad?

En cuanto a difundirlo: ¿por qué tiene que llegar a ser “viral” el Aikido?, y, ¿qué hay de malo en transmitirlo por “contagio”? Los seres humanos llevamos siglos ‘contagiando’ maldad, aborrecimiento y rencor. Matándonos unos a otros, destruyendo  animales y plantas en nombre de Dios, de la razón y del progreso.  Ya va siendo hora de darles a estos términos su verdadero significado y contagiar benevolencia Amor, Armonía y Unión, en nombre de Dios, de la Razón y del Progreso, pues eso es lo que realmente expresan estos conceptos.

“Predica con el ejemplo” Dice la sabiduría popular muy doctamente.

¿Qué mejor manera de enseñar algo que con el ejemplo? Dijo un poeta que en el mundo hay muchos más abrazos que bombas, lo que ocurre es que las bombas hacen más ruido que los abrazos.

Estamos siendo machaconamente bombardeados por malas noticias: guerras, asesinatos, robos, delitos medioambientales y de todo tipo…, y eso nos lleva a pensar que impera la maldad y que las personas -las demás personas, no nosotros- son malas por naturaleza. ¡Craso error! La naturaleza de las personas, de todas, es divina y por tanto buena, pero tenemos que aprender a verlo, a mirar con los ojos del Amor.

La belleza y la fealdad, la bondad y la maldad, están en los ojos del que mira.

Con esto quiero decir que todo el mundo está preparado para recibir el mensaje del Amor y que un ejemplo vale más que miles de palabras.   Demos ejemplo de bondad, en el mundo hay millones de buenas gentes preparadas para recibir esa semilla.

 Si vemos suciedad en el mundo, limpiar nuestros ojos es lo primero.

Cuando seamos capaces de ver la Belleza en todo lo que nos rodea, nos trasformaremos en radiantes seres de Luz y nuestro reflejo alcanzará los confines del Universo.

Algunos hemos tenido la enorme fortuna de ser aceptados por un Maestro Realizado, Completo.

Solo con su ejemplo constante de Amor y Bondad y el que, infundido por él, se refleja en sus discípulos, convoca a millones de personas de todo el mundo. Yo mismo he sido testigo. El recinto que con capacidad para unas cuatrocientas mil personas, lleno hasta los topes, para verle y escuchar sus enseñanzas. Ahora ese recinto se ha ampliado para dar cabida a un millón de personas.

 No hay intereses materiales: ni económicos, ni de fama o prestigio, ni de poder, ni de ninguna otra clase, solo Amor y Espiritualidad. Quién contempla este “milagro” suele quedar prendado y prendido de ese Amor. Ese, el ejemplo del Amor sincero, es el único secreto de tan gigantesca difusión. ¡Un millón de personas en el mismo recinto escuchando las lecciones de un Maestro que solo habla de Bondad y Espiritualidad y de la necesidad de acabar con el dominio del ego! Un millón de personas bajo un mismo techo, ¿se puede considerar ‘viral’?

 

Ahora, es esencial que no olvidemos nuestra tarea divina: practicar la compasión, radiar luz (predicar con el ejemplo) y existir como hijos de Dios”.

(O’Sensei)