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  • Rafa SG
    Invitado
    31 diciembre, 2015 a las 21:17 #3105

    Que consigamos la felicidad permanente es de lo más bonito, o lo más bonito que nos pueden desear hasta donde yo llego; al menos para los que buscamos la verdad, la excelencia en todo lo que hacemos.(Que no la perfección, la excelencia para mí consiste en permitir un mínimo grado de imperfección, lo único que se podría calificar como perfecto sería Dios, la causa primera, eficiente e inteligente de todo).
    Muchas gracias Maestro Lucio por sus palabras.

    Esto me ha inspirado a indagar sobre los deseos, gracias a esta vía creada por O’Sensei, que me lleva a San Agustín, pasando por Grecia, hasta El Vedanta.

    Al igual que O’Sensei , al menos como yo lo veo, y perdonar por la comparación, corríjanme si es necesario, buscaba para nosotros lo mismo al crear El Arte del Aikido, que tuviéramos esa íntima relación con Dios(La fuente, como se refieren algunos) que da la felicidad permanente, y está muy en resonancia con estas palabras de San Agustín:
    La cupiditas en San Agustín Editar
    Según Agustín de Hipona, la determinación originaria del ser consiste en el retorno al Creador. Dicho retorno se realiza a través del amor al mundo, lo cual según San Agustín no es una elección, pues el mundo está siempre ahí y es natural amarlo. Según San Agustín, «no hay nadie que no ame; pero sí hay quien se pregunta qué amar». La comprensión de Dios como Creador y la del mundo como eternidad conduce a la caritas (caridad). Sin embargo es posible errar el giro y confundir la eternidad con el mundo temporal, en cuyo caso se incurre en la codicia, concupiscentia o cupiditas.[1]

    Cupiditas es una palabra en latín que significa deseo, sentimiento que motiva la voluntad de querer poseer el objeto que se desea. El deseo es alimentado por uno o varios sentimientos y/o necesidades, llevando al individuo a diferentes estados de conciencia emocional. En algunos casos los individuos guiados por las emociones obtiene lo que desea sin importar las consecuencias de las acciones realizadas, en otros el deseo impulsa al individuo a hacer grandes sacrificios desinteresados para satisfacer esa necesidad, cuando no se obtiene lo deseado el fracaso lo lleva a un estado de frustración e insatisfacción existencial, pero cuando lo obtiene una sensación de satisfacción y plenitud crea un estado de felicidad temporal.

    No vayas fuera, entra en ti mismo: en el hombre interior habita la verdad.San Agustín.

    El humilde conocimiento de ti mismo es un camino más seguro hacia Dios que el camino de la ciencia” enfatizaba Tomás de Kempis.

    “Te advierto, quien quiera que fueres, ¡Oh; tú que deseas sondear los arcanos de la naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera! Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿Cómo pretendes encontrar otras excelencias? En ti se halla oculto el tesoro de los tesoros. ¡Conócete a ti mismo y conocerás al universo y a los dioses!”. (Inscripción en el frontispicio del Templo de Apolo en el Monte Parnaso, Grecia; 2500 a.C.)

    Ciertamente, si no hallamos dentro de nosotros mismos aquello que buscamos jamás podremos hallarlo fuera. Con justa razón afirmaba Sócrates: “Sólo el conocimiento que llega desde dentro es el verdadero conocimiento”

    En la mayoría de los mitos griegos está contenido logos(conocimiento) pero es un conocimiento social o psicológico. Cuando los griegos llegaron al Noreste de la India se quedaron asombrados del orden que tenían las personas que llevaban una vida espiritual. Y llegamos a El Vedanta, en el se recoge un sistema estructurado para todo tipo de personas, con todo tipo de prejuicios, para llegar a ese auténtico conocimiento de Yo, la naturaleza del ser es la felicidad, yo soy la dicha absoluta y permanente, en una íntima relación con Dios. Esto es lo que nos libera de la ignorancia.

    “Hay quien lamenta su necedad, éste ya no es necio; más necio es aquel que sin conocerse a sí mismo dice ser inteligente” manifestaba el propio Buda.

    Como yo lo veo hemos elegido el Aikido, o nos ha elegido el a nosotros como sostenemos muchos, para practicar y compartir con los compañeros que somos y venimos de lo mismo, por lo que no puede haber lucha nunca, ¿pero en más de una ocasión si la hay verdad? y para esto también es el Aikido, para irnos limpiando de todos esos prejuicios o juicios equivocados, a través de las técnicas con compañero, Misogi.
    Apoyado en ciertos valores, virtudes: jin (benevolencia-altruismo-paciencia-tolerancia), gi (honor-justicia-honestidad), rei(cortesía-etiqueta), shin (sinceridad), chu (lealtad), koh (compasión) y yuki (valor-coraje) que nos ayudan a redirigir nuestras emociones : cólera, alegría, tristeza, miedo que nos provocan sentimientos inconscientes de: sorpresa, vergüenza, amor, aversión, orgullo, rabia, pereza, ambición…
    (Os recomiendo busquéis y leáis en esta nuestra web «Los 7 pliegues del Hakama» de Lucio Álvarez Lareda )
    Todo forma parte de la vida según yo lo veo y permitir una mínima parte de todo es necesario seguramente. El problema viene cuando nos quedamos enfrascados en alguno de estos sentimientos demasiado tiempo, es cuando aparece la enfermedad (física – psicológica), y/o hacemos daño a los demás.
    Dependiendo de si queremos hacer del mundo un lugar mejor, hacer lo que nos gustaría que hicieran con nosotros, o conformarmos con hacer lo que hace todo el mundo: robar, engañar, manipular, judgar-etiquetar, atajar para conseguir la gloria pasando por encima de los demás incluso… , elegiremos sintonizar al lado del amor o al lado oscuro del amor.(como en Star-Wars, jejeje).

    Estos son los 16 deseos que el psicólogo estadounidense Steven Reiss encontró como resultado de un estudio y que nos mueven a hacer algo, hay que tener en cuenta las variaciones culturales entre las personas de cada región, que pueden premiar o reprimir ciertas manifestaciones de deseo y voluntad. Reiss propone una lista de 16 deseos básicos comunes a todas las personas que sin embargo cobran una forma diferente dependiendo de nuestras decisiones y de nuestro contexto, una teoría de la motivación.
    Cabe recordar que la lista de objetivos, metas y fuentes de motivación son prácticamente infinitos en el ser humano, dado que cualquier concepto o representación puede encarnar uno de ellos.
    1- Aceptación, la necesidad de ser apreciado.

    2- Curiosidad, la necesidad de aprender.

    3- Alimento, la necesidad de comer.

    4- Familia, la necesidad de tener y criar hijos e hijas.

    5- Honor, la necesidad de ser leal a los valores tradicionales de una colectividad.

    6- Idealismo, la necesidad de justicia social.

    7- Independencia, la necesidad de tener la individualidad garantizada.

    8- Orden, la necesidad de entornos estables y organizados.

    9- Actividad física, la necesidad de practicar ejercicio.

    10- Poder, la necesidad de tener una cierta capacidad de influencia.

    11- Amor romántico, la necesidad de sexo y belleza.

    12- Ahorro, la necesidad de acumular.

    13- Contacto social, la necesidad de tener relaciones con otros.

    14- Estatus, la necesidad de ser socialmente significativo.

    15- Tranquilidad, la necesidad de sentirse seguro.

    16- Venganza, la necesidad de devolver los golpes.

    Esta última impropia totalmente del Aikidoka.

    Muchos deseos de personas, cosas materiales, tecnológicas( política, ingeniería, economía, industria ; que hasta ahora no tienen en cuenta la repercusión para la sociedad en términos humanos, para eso se debería usar la lógica y la matemática…) Nos complacen momentáneamente pero rápidamente se disipan e incluso nos hacen a menudo esclavos del objeto deseado.

    Por otra parte El Vedanta mantiene 4 :

    Llevar una vida ética, honrada. No recuerda en Aikido a Toko-iku?
    Seguridad:casa,dinero lo indispensable para vivir. No Recuerda en Aikido Tai-iku ?
    Placer: intelectual-artístico, biológico. No recuerda en Aikido ki-iku ?
    Liberación del sentido de imperfección, incompletitud, de lo que nos hace sentirnos distintos a los demás(todo lo que viene por judgar antes de llegar al corazón de uno mismo o de los demás, distinta técnica, distinto físico, distinto poder adquisitivo….) No recuerda en Aikido Chi-iku, Takemusu-Aiki ?

    Os Deseo unas buenas elecciones de deseos para este año 2016 !! . ¿Quizás la felicidad permanente compañer@s ?
    Yo sí , a ver si profundizamos en ello.
    También a esforzarse por mejorar en la técnica Tai-iku, aunque con tan buenos compañeros como vosotros fuente de inspiración seguro que lo conseguimos. No puedo evitar recordar a Marina con el centro bajo y potente desplazándose y redirigiendo con elegancia… Todo llega, y siempre es mejor realizar pequeñas acciones que tener grandes intenciones.

    Saludos ,

    Rafa