El Do (Camino o Vía) …………………………………… por Eusebio Ruiz

 

Do (Camino o Vía).

 

La práctica de las Artes Marciales me ha llevado a reflexionar sobre un término etimológico común en ellas, el “Do”. Así nos encontramos con el Ju-do, Karate-do, Aiki-do, Ken-do, Hapki-do, Kyu-do, Taekwon-do, etc. Todas ellas finalizan con ese curioso término, “-do”.

 

“Do”, significa camino o dirección. Para poder entender bien este término deberíamos viajar a la religión budista y el shintoismo, estrechamente relacionada con las Artes Marciales. Sólo me referiré al budismo y a una de sus Tres Joyas, el llamado Dharma. Este concepto nos presentará los diferentes “Do” o “caminos” a cada uno de nosotros, permitiéndonos buscar y encontrar distintas fórmulas de liberación, de mejora o de evolución personal.

 

En este pequeño articulo me gustaría reflexionar sobre el porqué de la necesidad de esa búsqueda, el porqué de la necesidad de un camino.

 

El hombre de hoy se encuentra perdido en sí mismo. Si observamos detenidamente a nuestro alrededor nos encontraremos con una sociedad envuelta en el consumismo abundante, en una idea relativista de vida, en una rutina diaria… Quizás, esté siendo algo pesimista pero lo cierto es que, ante toda esta situación el hombre no es feliz. No encuentra tiempo para él mismo. Muchas veces pensamos que el mañana será mejor que el presente, pero cuando ese futuro deseado no varía, el ser humano se hunde y aparecen signos y síntomas de depresión, stress… Son las llamadas enfermedades de “moda” dentro de la sociedad en la que convivimos hoy día.

 

El hombre necesita reencontrarse consigo mismo, encontrar un estado de sosiego, de paz interior. Es por todo ello por lo que en ocasiones, el ser humano lúcido buscará cambios con el fin de encontrar un sentido en ella. Todo cambio será entonces complicado si no se tiene una idea clara de nosotros mismos.

 

           Llegados a este punto, el “Do” consigue ser un concepto de imprescindible ayuda ya que desarrollará unos aspectos que nos conducirán hacia Karmas positivos.

 

La necesidad de búsqueda nos lleva a elegir nuestro “Do” y sólo nosotros, nuestro YO, con las circunstancias de nuestra vida y con nuestra forma de ser, seremos quien podamos elegir el camino que estimemos correcto. Debemos saber que todo camino en la realización de las Artes Marciales, busca algo en común, es el crecimiento personal de quien las practican. Estas no son más que un medio de perfeccionamiento personal, que dan valor a la experiencia práctica, que estimulan el desarrollo de la mente y la confianza en uno mismo. Desarrollan la valentía y el desapego de las cosas materiales.

 

“El Aikido se convertirá en una necesidad del espíritu creado por la audacia del hombre. El hombre por necesidad ha de llegar a las raíces profundas de la vida. Y aquí comienza la incesante búsqueda del “Yo”, del significado del mundo, de la vida y la muerte”.       O-Shensei Morihei Ueshiba.

 

Ante la necesidad de reencontrarnos con nosotros mismos y de buscar ese sentido de existencia, será necesaria la reflexión, meditación y fuerza para ir superando ese día a día que se nos vuelve cuesta arriba. En mi caso, todos los pasos me llevaron al encuentro del camino del Aiki. Nuestro Maestro Ueshiba nos dejó dicho: “Aiki no es una técnica para luchar con el enemigo o para derrotarle, sino la vía para reconciliar al mundo y hacer de los seres humanos una familia”. Hoy he de reconocer que con la práctica y la voluntad, el recorrido de este camino se hacen tremendamente bello y hermoso.

 

En el camino elegido y que iremos recorriendo poco a poco encontraremos la figura de el Maestro. Este tendrá que cultivar en cada alumno esa intuición que hemos tenido en la búsqueda nuestro “Do”. La intuición no es más que el aprendizaje y el conocimiento a alcanzar. Dicha intuición es única y propia de cada alumno y sólo con la práctica y la experiencia diaria se podrá llegar a alcanzar. Haciendo uso de las palabras del Maestro O- Sensi Ueshiba, nos dijo:

 

“El Maestro sólo es maestro porque, olvidándose de sí mismo, ha trasmitido su saber a sus alumnos, y a través de ellos, a aquellos que vendrán más tarde. El discípulo sólo es discípulo porque se entrega totalmente a su Maestro”.

 

Estas palabras nos llevan a deducir que la práctica de cualquier Arte Marcial debe ir unida por una parte al trabajo técnico físico y por otra al desarrollo de una parte espiritual. Nuestro Maestro ya hablaba del “camino” (Do) aunando el desarrollo de la parte física y material con la espiritual.

 

En una entrevista realizada el 17 de junio de 2007 a Doshu Moriteru Ueshiba nieto del fundador, por el profesor Doshu Bull en Brasil, éste se refiere a que ambas partes deben estar presentes, “Además, con el entrenamiento regular mejora la parte espiritual. Así cuando practicamos no sólo trabajamos un Waza (la parte física), sino que también se incluye la espiritual. Ambas siempre deben ir juntas”.

 

           Creo que la mejor forma de finalizar esta pequeña reflexión no es sino con las palabras trasparentes de O-Sensei Morihei Ueshiba : “Los que desean aprender Aikido deben abrir sus mentes, escuchar la sinceridad de Dios a través del Aiki y practicarlo. Hay que aprender la gran purificación Aiki, practicarla y mejorarla continuamente. Comienza a cultivar voluntariamente tu espíritu”.

 

 

Eusebio Ruiz. (Enero 08)