La práctica del Aikido se fundamenta en el RESPETO como concepto general. Es obvio, por tanto, que el desarrollo del mencionado respeto se comience dirigiéndolo hacia el profesor, los compañeros de entrenamiento, el lugar donde entrenamos y el propio Aikido.

Asociación para el Fomento del Aikido de Madrid - Afamadrid

Con esta premisa, se enumeran a continuación unas normas basadas en lo anterior que sirven de pauta común a todos los aikidokas para el desarrollo de este respeto y que serán complementadas con el siguiente capítulo relacionado con la etiqueta en el Dojo:

  • El aseo personal de cuantos practicamos debe ser extremo. Existe constante contacto en el entrenamiento, todo nuestro cuerpo se arrastra por el suelo, etc. Por ello, es indispensable que no traslademos al tatami ni a nuestros compañeros suciedad alguna. Es igualmente imprescindible que las uñas de pies y manos estén correctamente cortadas para evitar heridas, arañazos y por supuesto infecciones.

Según Mitsugi Saotome Shihan:
“La limpieza constituye un acto de gratitud y respeto. Cada practicante debe participar en la limpieza del Dojo así como dedicarse a la purificación de su corazón y su mente”

  • En relación con el punto anterior, es de todo punto obligatorio el uso de zapatillas para desplazarnos por las instalaciones fuera del tatami. Jamás se debe pisar el suelo con los pies descalzos antes de entrar en él, ya que introduciríamos toda la suciedad exterior en el lugar de práctica. Por ello, el modo correcto y obligado de quitarse las zapatillas es colocarse de espaldas y al borde del tatami, sacar los pies de las zapatillas y sin pisar el suelo, acceder a él, realizando un saludo.
  • Tradicionalmente, los alumnos esperan sentados en el Dojo en seiza (postura japonesa) la llegada del profesor. En todo caso, salvo en situaciones especiales, no se admite la entrada una vez comenzada la clase. Es muestra de respeto la puntualidad en los entrenamientos y por tanto se debe realizar especial hincapié en ello.
  • Durante la práctica, y dado que el Aikido requiere concentración e introspección, no se debe hablar en ningún caso, salvo que se pida permiso al profesor. Si se conoce el movimiento y se trabaja con alguien que lo desconoce, se le puede guiar. Pero jamás se debe corregir a un compañero si no se tiene el nivel de cinturón negro.
  • Se deben aceptar los consejos del profesor y hay que intentar aplicarlos con sinceridad. No están permitidas en ningún caso las contestaciones.

Asociación para el Fomento del Aikido de Madrid - Afamadrid

 

  • Es muestra de humildad y respeto no discutir, corregir o guiar a un compañero de mayor graduación o tiempo de práctica.
  • Como muestra de respeto al Aikido, la indumentaria adecuada e insustituible consiste en el tradicional Gi (keikogi o judogi). El Hakama, pantalón ancho y tableado es prenda igualmente obligatoria para los poseedores de cinturón negro. Es decisión del profesor que los alumnos que estén en fase de preparación para la obtención del 1º DAN también lo lleven.
  • Está terminantemente prohibido practicar con medallas, joyas, anillos, y en general cualquier cosa que pueda dañar a un compañero o a nosotros mismos.
  • Es muy importante considerar que la enseñanza del Aikido no se paga.

Según Mitsugi Saotome Shihan:
“La técnica no se compra. La cuota mensual garantiza a los alumnos un lugar para practicar y no es más que uno de los medios de demostrar su gratitud por las enseñanzas que reciben. Las cuotas deberán ser satisfechas puntualmente”.

  • Esta cuota mensual deber ser abonada en los cinco primeros días de cada mes.
  • Nunca debe haber espíritu de competición, de sometimiento o ansia de derrotar y demostrar superioridad con un compañero. Gracias al compañero y a través de él practicamos y avanzamos. Por tanto es primordial proteger y defender su integridad física y debe recibir nuestro apoyo y agradecimiento. En ningún caso se deben llevar al tatami los conflictos personales.

Según Mitsugi Saotome Shihan:
“El Aikido no es una pelea callejera. Estáis en el tatami para trascender y purificar vuestras reacciones agresivas, para adoptar el espíritu de un samurai a través del descubrimiento de la propia responsabilidad social.”

Como epílogo, las normas se resumen en:

  • el respeto al Fundador y su enseñanza tal como es trasmitida por vuestro Sensei
  • el respeto al Dojo y a los instrumentos de trabajo (Armas de entrenamiento)
  • el respeto mutuo entre compañeros.

Asociación para el Fomento del Aikido de Madrid - Afamadrid